En la Universidad de Illinois se ha realizado un estudio que demostraba que la concentración en niños aumentaba después de una sesión en la cinta de caminar. Las pruebas las realizaron 8 niñas y 12 niños de nueve años. Después de realizar la sesión de ejercicio físico, y tras 20 minutos de descanso, realizaban una prueba.
Se observó un alto rendimiento en las tareas de discriminación de estímulos y en la comprensión lectora. Y en lo que es la ortografía y las matemáticas no fue tan grande, aunque se sospecha que fue por el modo de realización del experimento y el tiempo transcurrido entre el ejercicio y las otras pruebas.
Lo que si podemos ver es que el ejercicio físico ayuda a mejorar la concentración de los niños en tareas escolares. Aquí se podría plantear la necesidad de un aumento en las horas de ejercicio físico que realizan en las escuelas. No solo es importante que los niños estén en forma y se muevan todo lo que su cuerpo necesita, sino que existen repercusiones muy positivas sobre su rendimiento académico que deberían de contemplarse al tomar la decisión de las horas de ejercicio físico que deben realizar en el colegio.
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